Después de los cuarenta años, la verdadera cara la tenemos en la nuca,
mirando desesperadamente para atrás.
Desde la medianera, es posible mirar con la nuca y con los ojos. Con la nuca busco una receta que solía hacer mi abuela; con los ojos, cocino. No se trata de la versión de las manzanas grandes, las que vendían (o aún venden) en las plazas, es una adaptación para adultos nostálgicos: manzanitas pequeñas, sin pochoclos, el caramelo no se enrieda en los pelos y no hay riesgo de perder los dientes:
Para veinte mini manzanas:
2 manzanas verdes
Jugo de limón
Canela
1 taza de azúcar
1 chorrito de agua
Colorante rojo (o verde)
Palitos de brochettes
Cortamos las manzanas en forma de esferas con la cuchara mágica que sólo se consigue en los supermercados chinos de rejas celestes. Maceramos en limón y canela. Ponemos a calentar la taza de azúcar con un pequeño chorrito de agua. Cuando se convierta en caramelo, metemos las manzanas pinchadas en un palito de brochette y las bañamos en caramelo y las dejamos secar. Si las pasan rápidamente, el caramelo se solidifica pronto. Si las dejan un buen rato en la ollita, soltarán el jugo y en vez de caramelizarse, absorberán el almibar y, en vez de caramelizarse, quedarán un poco pringosas, pero bastante buenas.
Esta receta no es lo que se dice guaaauuu, ni miaaauuu, pero para quien no piensa armar el árbol, excelente como centro de mesa (con flit por si las moscas).
Y listo. Que cada quien mire para donde más convenga. ¿Más sobre la nuca? Escuchemos a Wimpi:
2 manzanas verdes
Jugo de limón
Canela
1 taza de azúcar
1 chorrito de agua
Colorante rojo (o verde)
Palitos de brochettes
Cortamos las manzanas en forma de esferas con la cuchara mágica que sólo se consigue en los supermercados chinos de rejas celestes. Maceramos en limón y canela. Ponemos a calentar la taza de azúcar con un pequeño chorrito de agua. Cuando se convierta en caramelo, metemos las manzanas pinchadas en un palito de brochette y las bañamos en caramelo y las dejamos secar. Si las pasan rápidamente, el caramelo se solidifica pronto. Si las dejan un buen rato en la ollita, soltarán el jugo y en vez de caramelizarse, absorberán el almibar y, en vez de caramelizarse, quedarán un poco pringosas, pero bastante buenas.
Esta receta no es lo que se dice guaaauuu, ni miaaauuu, pero para quien no piensa armar el árbol, excelente como centro de mesa (con flit por si las moscas).
Y listo. Que cada quien mire para donde más convenga. ¿Más sobre la nuca? Escuchemos a Wimpi:
La nuca
(inicio)
El castellano tiene posibilidades insólitas. Uno puede decir en castellano con todo derecho: "Cocearete el colodrillo de tal suerte que restarás zangolotino". (¡Qué bonito, eh! ¿Saben lo que quiere decir? Quiere decir: Te Voy a dar una patada en la nuca que vas a quedar zonzo. Zangolotino, en efecto, que viene de zangolotear —y zangolotear es moverse de un lado a otro desatinadamente— se les llama a los muchachos que siguen con sus hábitos de niños o que en la casa se les hace seguir: son ésos que les dejan el pelo largo, con rulos, hasta los seis años, que toman mamadera hasta los siete y que después, claro, se chupan el dedo por el resto de su vida. Colodrillo, que viene de cogote, es la nuca. Hoy vino uno dispuesto a hablar de la nuca, amigos. O sea del contrafuerte del coco. Coco es uno de los nombres familiares del mate y de tal manera aceptado por el consenso unánime que la Academia llama cocosa a la persona que anda mal de la cabeza. La nuca es una de las cosas más necesarias del mundo. Porque sin nuca el tipo no podría acostarse boca arriba. Y si el tipo se acostara siempre boca abajo, quedaría ñato y con la punta de los pies torcidas para arriba y si siempre se acostara de costado, quedaría desparejo.
El castellano tiene posibilidades insólitas. Uno puede decir en castellano con todo derecho: "Cocearete el colodrillo de tal suerte que restarás zangolotino". (¡Qué bonito, eh! ¿Saben lo que quiere decir? Quiere decir: Te Voy a dar una patada en la nuca que vas a quedar zonzo. Zangolotino, en efecto, que viene de zangolotear —y zangolotear es moverse de un lado a otro desatinadamente— se les llama a los muchachos que siguen con sus hábitos de niños o que en la casa se les hace seguir: son ésos que les dejan el pelo largo, con rulos, hasta los seis años, que toman mamadera hasta los siete y que después, claro, se chupan el dedo por el resto de su vida. Colodrillo, que viene de cogote, es la nuca. Hoy vino uno dispuesto a hablar de la nuca, amigos. O sea del contrafuerte del coco. Coco es uno de los nombres familiares del mate y de tal manera aceptado por el consenso unánime que la Academia llama cocosa a la persona que anda mal de la cabeza. La nuca es una de las cosas más necesarias del mundo. Porque sin nuca el tipo no podría acostarse boca arriba. Y si el tipo se acostara siempre boca abajo, quedaría ñato y con la punta de los pies torcidas para arriba y si siempre se acostara de costado, quedaría desparejo.