lunes, 16 de mayo de 2011

Flan de caqui


Si se preguntan qué es la felicidad, les anticipo que hay demasiadas e inciertas teorías. León Tolstoi decía que "el secreto de la felicidad no es hacer siempre lo que se quiere sino querer siempre lo que se hace". Antonio Gala, por su parte, escribió que "la felicidad es darse cuenta que nada es demasiado importante". Escépticos como Goethe, en cambio, opinaban que "todo se soporta en la vida, con excepción de muchos días de continua felicidad." Y yo, como puedo darme el lujo de ser cursi, opino que la felicidad está escondida debajo del cabito de un caqui. Seguramente todos conocen lo que es un caqui, pero se que a nadie se le hubiera ocurrido esta hipótesis (mi psicoanalista dice que podría patentar la idea, si es que me hace feliz). Es que nada más ver ese intenso color anaranjado, apretado de líneas finas verdes, que al cortarlo transversalmente devela una estrella de ocho puntas, una no puede menos que decir, "acá hay algo". Bella, bella, bellísima fruta. Y no es que me guste -es demasiado dulce para mi paladar-, es que mirarla me da felicidad. Cerrando esta introducción quisiera, antes de irme a almorzar un florero, pasarles la receta referida:

Flan de caqui
Ingredientes:
-4 caquis bien maduros
-100 gr. de azúcar
-2 vasos de leche
-100 cm3 de crema de leche
-4 huevos
-canela en polvo
-sal

Procedimiento:
Caramelizar el molde con la mitad de azúcar y una pizca de agua. En una ollita calentar la leche y la crema hasta que hierva. Retirar del fuego. Pelar los caquis y trocearlos. Hervirlos por unos 5 minutos en agua. Luego colarlos y procesarlos.
Batir los huevos con el azúcar y una pizca de sal y otra de canela. Agregar la preparacion a la leche, luego el pure de caqui y volver a batir. Llevar al molde caramelizado y cocinar a baño maría por unos 45 minutos. Cuando entibie, meter en la heladera hasta que enfríe y solidifique.
También se puede hacer con maracuyá, papaya o cualquier otra fruta que les de felicidad.
Continuando con el tema que nos compete, preguntamos a Groucho Marx qué es esta emoción que nos embriaga de alegría y esto es lo que nos respondió: "hija mía, la felicidad está hecha de pequeñas cosas: un pequeño yate, una pequeña mansión, una pequeña fortuna…". Si no nos conforma la respuesta, Jules Renard aporta otro consejo: "si el dinero no te da la felicidad, devuélvelo."
La última opinión se la dejamos al autor del cuento que sigue. Desde la página Internacional Microcuentista, con ustedes:

La felicidad
De Andrés Neuman
Me llamo Marcos. Siempre he querido ser Cristóbal.
No me refiero a llamarme Cristóbal. Cristóbal es mi amigo; iba a decir el mejor, pero diré que el único.
Gabriela es mi mujer. Ella me quiere mucho y se acuesta con Cristóbal.
Él es inteligente, seguro de sí mismo y un ágil bailarín. También monta a caballo. Domina la gramática latina. Cocina para las mujeres. Luego se las almuerza. Yo diría que Gabriela es su plato predilecto.
Algún desprevenido podrá pensar que mi mujer me traiciona: nada más lejos. Siempre he querido ser Cristóbal, pero no vivo cruzado de brazos. Ensayo no ser Marcos. Tomo clases de baile y repaso mis manuales de estudiante. Sé bien que mi mujer me adora. Y es tanta su adoración, tanta, que la pobre se acuesta con él, con el hombre que yo quisiera ser. Entre los fornidos pectorales de Cristóbal, mi Gabriela me aguarda ansiosa con los brazos abiertos.
A mí me colma de gozo semejante paciencia. Ojalá mi esmero esté a la altura de sus esperanzas y algún día, pronto, nos llegue el momento. Ese momento de amor inquebrantable que ella tanto ha preparado, engañando a Cristóbal, acostumbrándose a su cuerpo, a su carácter y sus gustos, para estar lo más cómoda y feliz posible cuando yo sea como él y lo dejemos solo.

Del libro Alumbramiento. Páginas de Espuma, Madrid, 2006 y Buenos Aires, 2007.

9 comentarios:

  1. Pues me parece una felicidad muy asequible y hermosa.
    No dicen que hay que buscarla en las pequeñas cosas?
    Pero la gran felicidad es ya ese flan increíble.
    Me encanta querida, es hermoso y perfecto!

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  2. nunca he preparado nada con caquis pero tengo unas historias cuando chica de los famosos caquis, lindo flan muy se ve exquisito,compraré unos casi rojos que hay por acá para hacerlos,cariños.

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  3. Yo he aprendido hace tiempo que la felicidad se toma en pequeñas dosis, en las cositas mas mínimas que tenemos al alcance de la mano, aquellas que cuando poseemos sin mas no les hacemos ni caso pero que cuando nos faltan ....entonces .... ay entonces, les damos realmente el valor que se merecen.

    Asi pues haces muy bien en regodearte y sentir ese pellizquito de felicidad en este flan de caqui tan delicioso que con ese color ya nos llena de energia.

    Con tu permiso yo también me apunto y para ello me llevo la receta ;)

    Besinos mil (me encanta leerte)

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  4. Gracias chicas por aportar también sus interesantes teorías. Mi hermana, por su parte, concluye que respecto a la felicidad, la que más clara la tiene es la Gabriela del cuento. Besos!

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  5. Mi pequeña Estela, siempre genial e ingeniosa!...a mi no me gustan los caquis, como tu pienso que son demasiado dulces y ademas añado, pegajosos!..pero tu flan seguro que mejora mucho la fruta que ademaás es cierto..es bonita!!!.
    Estoy de acuerdo con tu hermana en cuanto a la felicidad se refiere!
    Muchos besos amiga linda!!!!

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  6. Hola.
    Gracias por la visita en mi blog. Me encantou el flan, se ya quedado con una color linda : ) Me voy quedar aqui, estoy seguindo tambien.

    Besitos

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  7. Fijate Estela que a mi me encantan los caquis. Aqui hay de dos tipos, unos duritos como manzanas y unos blandos como los que nos presentas. La cosa curiosa es que no los conocì sino hasta que me vine a vivir a Italia, cosa muy rara porque mi familia jura y perjura que en Mèxico tambièn se encuentran. Ve tu a saber.

    Hace poco (no tengo perdòn) vì la pelìcula "En busca de la felicidad", esa de Will Smith que proyecta una historia verdadera, me hizo llorar. Es tan emotiva y real que no puedes dejar de preguntarte porque a veces somos tan àvidos de felicidad cuando la podemos encontrar simplemente en las cosas pequeñas.

    Saludos. Siempre es un placer venir a leerte. :)

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  8. Estela, comparto el mismo ensayo de felicidad, está ahi debajo!
    Es que el caqui a mi me encanta y lo como a destajo cuando es la temporada.
    Guardaré tu receta y listo el pollo, pelada la gallina! (jjja, uso mucho también esa expresión).
    Besos querida.

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  9. Precioso fruto pero de sabor difícil para mí.
    Yo creo que la Gabriela sería feliz con los dos.
    Besos.

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