miércoles, 6 de abril de 2011

Berenjenas en escabeche


Más que hablar de las cualidades nutricionales y vitamínicas de las berenjenas, preferiría reivindicarlas por su condición estética. No hay piel, en el mundo de las hortalizas, más insólita que la de las berenjenas:  es negra, lisa, tornasolada y de tenues y delicados reflejos morados. El encanto dura poco. A los seis, siete días de permanecer en la heladera su piel se arruga, se marchita y por fin, padece (aggg, me golpea la crisis de los cuarenta años, voy a cambiar de tema).
Para hacer esta receta debemos prescindir de esta interpretación poética (básicamente para no sentir que  pasamos a la berenjena por las armas) y también armarnos de paciencia, ya que debemos aguardar bastante tiempo antes de probar el resultado.

La receta
Ingredientes:
1/2 kilo de berenjenas, 2 dientes de ajo, pimienta en grano, laurel, aceite de maíz, vinagre, sal y aji molido.
Lavar y secar las berenjenas.  Cortarlas en rodajas de 1 cm. Colocar sobre colador y espolvorear con sal gruesa unas horas (o toda la noche). Las berenjenas empezarán a escurrir agua. Al cabo de ese tiempo, enjuagar las rodajas, retirar la sal y llevar a una olla. Cubrir con agua y vinagre (o solo vinagre) y hervirlas a fuego medio. Cuando estén tiernas, las retiramos y las dejamos escurrir en un colador. Luego las apoyamos sobre un plato cubierto de servilletas para quitarles toda el agua posible. Poner una capa de rodajas en un frasco esterilizado. Por encima agregar ajo picado, aji, granos de pimienta, laurel y cubrir de aceite. Volver a agregar berenjenas y repetir el proceso hasta completar el frasco. Tapar bien y llevar (boca para abajo sin son valientes) a un lugar seco y oscuro por un par de meses. Y ya está. A esperar.
Otro día de suerte para mí porque puedo rematar esta receta con un acertadísimo cuento que encontré en la página de Cuentos y más. ¡Ciao!

Escabeche de berenjenas
De Úrsula Buzio

La casa estaba a oscuras, en medio de la noche casi blanca y de un silencio sepulcral. El hombre bajó del caballo y comenzó a llamarla a los gritos y con insultos, como de costumbre. De un puntapié abrió la puerta, lo recibió el olor inconfundible del escabeche de berenjenas. Era su plato preferido; ella lo preparaba como nadie, aunque él nunca se lo dijo.
Siguió avanzando sin dejar de blasfemar y de un manotazo corrió la cortina que separaba los ambientes. La ventana estaba abierta y pudo verla a la luz de la luna. Su sorpresa duró apenas un instante. “Infeliz”, murmuró con desprecio y, quitándose el cuchillo que llevaba en la cintura, de un solo tajo corrió la soga. El cuerpo inerte de la muchacha se ovilló en el suelo. Salió de la pieza sin mirarla.
Al pasar frente al aparador se detuvo; frascos de diferentes tamaños, en fila sobre un estante, lo estaban esperando. Los acomodó cuidadosamente en una bolsa de cuero y se fue hacia la noche. No sabía que llevaba consigo a su propia muerte, repartida en pequeñas dosis de veneno.

En frasco chico. Editorial Colihue.

6 comentarios:

  1. Odio el laurel Estela.
    ES que es superior a todas mis fuerzas juntas, por mi lo desterraría del paneta, lo enviaría en una cápsula espacial a la estratosfera!
    Sin laurel no hay problema, verdad?
    ;-)

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  2. Estela, acabo de ver con pena para mi que no vine a ver todas tus ultimas recetas!..no sé porque creia que no habias publicado..eso es lo malo de seguir a tanta gente que los mejores se te pierden entre tantos!!!
    Me ha gustado tu receta, aunque reconozco que no soy de escabeches, seguro que está deliciosa!!!
    El relato es muy bueno amiga!, siempre tienes un don para encontrar pequeños extractos que me hacen disfrutar!
    Ahora voy a ver que mas me perdí!

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  3. No sé si me animaré a hacerlas, esperar no es lo mío.
    Pero me ha encantado esa primera foto, y me solidarizo tanto con cualquiera que esté oteando en el horizonte la crisis de los 40!!!! (no soy yo, es una amiga, ya sabes).
    Besazos

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  4. Que buena receta Estela ,nunca la he preparado, pero es una buena alternativa y buena idea,para guardar y después ocupar en ciertas comidas,tú cuento es muy creativo me divierto leyendo, cariños.

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  5. No tengo costumbre de hacer escabeche, pero es una buena idea,tú cuento es muy bueno. Besos

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