Bueno, esta receta es muy parecida a la anterior pero sepan que es otro post. Se empieza como haciendo el paté de aceitunas verdes pero se termina como realizando el de aceitunas negras. Es decir, parecen hermanos pero no lo son. Entonces: freimos media cebolla y medio diente de ajo en aceite de oliva. Cuando están dorados los procesamos junto con 100 gramos de aceitunas negras descarozadas. Para darle un toque especial, agregamos también un filete de anchoas.
Mezclamos bien, pimentamos y, si tenemos, echamos un chorrito de crema de leche para que quede un poco más suave. Para que les quede cuadradito así como en la foto necesitamos un molde forrado en papel film, metemos la pasta y a la heladera un rato. Si a la pasta agregamos media cucharada de gelatina sin sabor disuelta en un poquito de agua caliente, queda más firme. Aunque yo tengo la teoría que la gelatina sin sabor mantiene las formas pero quita el sabor, cosa que no se si será cierta o una fantasía mía. Llevamos a la heladera.
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