sábado, 2 de abril de 2011

Postre casero de chocolate


Habiendo tantas opciones prácticas para hacer postres (como ser, los de cajita), no creo que esta receta le interese a los modernos de ahora. Y habiendo tantos postres en envases tan atractivos (como ser, el los dibujos de Spiderman pisandole la cabeza a Hydro Man), tampoco creo que sea de interés para los niños del presente. Así que esta entrada va dedicada a las abuelas de antes y a los niños que por las noches se van a la cama con muñeco de trapo y libro de cuentos bajo el brazo.
Para 6 pasados de moda:
1 litro de leche, cuatro yemas de huevo, 150 gramos de chocolate rallado, una cucharada de maicena y seis cucharadas de azúcar.
Preparación:
Calentar la leche en una ollita. Revolver constantemente. Agregar el chocolate rallado y seguir removiendo con cuchara de madera. Cuando la leche hierva, separar del fuego, añadir las yemas batidas previamente con el azúcar, la cucharada de maicena previamente disuelta en un par de cucharadas de agua o leche y seguir revolviendo por un rato largo hasta que todo se disuelva muy bien. Volver a llevar la ollita a la hornalla y, sin dejar de revolver, volver a calentar hasta que el postre tome consistencia. Luego verter en tarritos y llevar a la heladera por al menos 3 horas.

Como de costumbre, el plato fuerte de este post no es la receta, sino el cuento. No hay mejor postre para el final de esta velada, ni mejor incentivo para alcanzar el sueño, que este microrrelato que transcribo a continuación. Es uno de lo más hermosos que he leído últimamente. Fue ganador del concurso Microcuento Fantástico miNatura 2009.
¡Que lo disfruten!
John Seal
De Annabel Miguelena (Panamá)
Mi hermano Felipe nunca me dejó jugar a eso. Era un asunto de varones. Tampoco me interesaba, pero moría por descubrir de dónde le salía tanta pasión por sus soldaditos. Sí, de esos verdes que vendían los buhoneros por montones. Y es que ni en sueños me los prestaba, pero sí estaba a la orden del día para plantarse a jugar con ellos sobre mi panza. Juraba que era un campo de batalla real. Yo lo dejaba. ¿Por qué iba a echar a perder la fantasía de mi hermanito? Aunque, a veces me fastidiaba el constante ¡Bang! ¡Bang! Que gritaba, mientras combatía con sus muñecos.
Así estuvo por años, hasta que un día jugando en mi vientre empezó a sollozar.
—¿Que te ocurre, Felipito? —le pregunté con ternura.
—¡Ha muerto John Seal!
—¿Y quién es John Seal?
—El soldado más valiente. ¡Un héroe! El mejor de los amigos y el guía de nuestras exploraciones. Sin él no quiero pelear contra los malvados Grish. Pero, ¿sabes? Ya no lloraré. Seguro que no le agradaría verme así. Yo mismo le daré cristiana sepultura en este campo de batalla, y su honor será recordado para siempre.
Desde ese día, se acabó la lucha en mi panza. No más soldaditos, ni malvados Grish. ¡Sabrá Dios quiénes eran! Y me convencí por años que fue porque mi hermanito había crecido. Seguiría creyéndolo, si no fuera porque a los veinte años me operaron de una hernia y en plena cirugía, el doctor sustrajo una pequeña calavera desde lo más profundo de mi ombligo.

7 comentarios:

  1. Estela, hace un par de días publiqué unas natillas de chocolate y llegaba a la misma conclusión que tú; no estamos al día.
    Pero no me importa, prefiero saber lo que come mi hijo y no darle grasas saturadas y sabe Dios cuántas barbaridades más, resulta inevitable que las tome, pero si puedo darle menos...
    Me ha encantado, eres de las mías!!
    Besos

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  2. Se me hace la boca agua...no me publiques cosas tan ricas que tengo que perder peso..jejeje. Un beso.

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  3. Que rico postre y tan sencillo,es un encanto porque lleva mi querido chocolate,los postres hecho en casa son una delicia,tienes razón todos o la gran mayoría se va por los monitos de los envases y te imaginas todo los aditivos que tienen,,tu postre es sanísimo,cariños y abrazos.

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  4. Pues yo si que soy una antigua amiga!..nada como un delicioso postre de chocolate hecho en una ollita. Y tampoco se tarda tanto por favor!!!..nos estamos volviendo terriblemente incompetentes.
    Otro relato que me ha encantado..te voy a nombrar asesora de literatura!!
    Eres genial linda!!!!

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  5. Hola! Llegue a tu block de casualidad y al contrario de lo que suponias mientras escribias, soy una mamá de 29 años que sí estaba buscando algo casero como "los de antes" para hacerle a mi nenita. Creo que el hecho de tardar un poquito mas en hacer algo mas elaborado (que agregarle leche a un polvo) es como una muestra de cariño y dedicación para nuestros comensales. Dejo tu pagina en mis favoritos y la seguiré investigando con mas tiempo. Saludos y Gracias! Lorena

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  6. Gracias por el comentario, Lorena. Lo mismo digo, la cocina siempre es una muestra de cariño y dedicación!

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  7. que bueno suena eso lo voy intentar hacer me gusta mucho el chocolate

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