sábado, 7 de agosto de 2010

Risotto de tomates secos y hongos


La diferencia entre un plato de arroz y un risotto (inventado por los italianos en el siglo XVI) es que este último es cremoso, “mantecato”, porque se pegotea en el almidón que se desprende de los granos. El secreto para que esto suceda es freír el arroz en seco y, de a muy poco, agregar caldo caliente en pequeñas cantidades. La cocción debe hacerse a fuego mediano. Para que no se pegue uno deberá permanecer fiel  junto a la olla y, de ser posible, ser  una persona honesta y trabajadora.  Es decir, agachar la cabeza y revolver. El tiempo de cocción dependerá del tipo de arroz que usemos. El arroz blanco se hace en 15 o 20 minutos, el integral o yamaní, media hora y un poco más también (dado que estos granos conservan el salvado de la cáscara y son más firmes -y más nutritivos, dicho sea de paso-). 

Para hacer este risotto, necesitamos:
(ingredientes para dos personas)
2 tazas de arroz yamaní (o integral, o blanco); 1 bandeja de champignones frescos, 8 tomates secos, 1 cebolla mediana, laurel, pimienta, sal, manteca (o aceite de oliva) y queso rallado.
Ponemos a hervir los tomates secos en una ollita con agua por unos 5 minutos. Cuando estén tiernos, los retiramos y reservamos el agua.
En una olla, ponemos a calentar tres o cuatro cucharadas de manteca (o aceite de oliva), freímos la cebolla cortada muy chiquita y cuando esté transparente, agregamos el arroz seco y lo dejamos tostar unos minutos, revolviendo con dedicación y esmero.

Añadimos los champignones fileteados, un par de hojas de laurel, los tomates ya hidratados cortados en tiritas, medio vaso de vino blanco seco o vino tinto (a piacere) y salpimentamos. Subimos la llama del fuego y dejamos evaporar el alcohol. Luego, y de a poco, agregamos el agua que nos quedó del tomate (o caldo caliente). A medida que el agua se evapora, vamos a agregando más (todo esto sin dejar de revolver, por supuesto). A los 15, 20, 30 minutos (dependiendo del tipo que usemos) el arroz estará listo. Sin dejar que el agua se evapore completamente, apagamos el fuego, añadimos un par de cucharadas de manteca y queso rallado. 
Tapamos la olla y dejamos estacionar un rato para que ligue y espese. Una delicia. Como dijimos antes, esta receta es italiana, pero el arroz es procedente de Asia Meridional (India, Indochina y China).

Como era de esperarse, llegó la hora de los chistontos. Este que paso debajo, es más accesible que el del post anterior, por lo menos yo me leí un lato. Resulta que...

Un hombre entra a un restaurante cantonés y le dice al mozo:
-Chinito solo tengo 3 pesos. Será que me puedes dar arroz con camarón?
El chino le responde:
-¡Camalón caro! Tu estás loco…
-Entonces que me puedes dar, chino?
-Arroz con lisa.
-Bien. Tráeme eso entonces…
El chino le lleva el plato y el hombre ve que sólo hay arroz y dice:
- Chino pero aqui sólo hay arroz. Y la lisa?
- Jajajajajaja.

 

5 comentarios:

  1. costó, pero... ah, jajajajajajajajajajajajajajajajaj

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  2. Te lo paso como dato, no anecdótico, sino para que lo consideres. Bueno, no, más que dato es una pregunta: ¿no se te ocurrió imprimir, ordenar (para que lo veas no más) y pensar en el libro de cocina “Con el tenedor en la mano “ Cocina muy fácil, rápida y saludable, de Estela Getino.?

    Mirá que lo hacés es bueno de verdad, eh. Pero bueno en serio.

    Te lo dejo picando…

    Bye, bye

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  3. Jajajajaj, me estás haciendo matar de risa! No vale!!! hjahahahah. Como dijo una amiga, compre ya! Sprayete y Con el tenedor!

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  4. Queé??? no me tomás en serio o qué!!

    Acordate cuando nos encontremos en alguna Feria del Libro... y vos, tenedor en mano, firmando autógrafos. Acordate...

    ;)

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  5. malisimo ese chiste. la receta está buena

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