domingo, 19 de febrero de 2012

La cereza del postre


Hace algunas semanas un amigo organizó un festejo con motivo de su cumpleaños. Recién estábamos empezando por los vinos cuando sonó una señal de alarma: esto que se mueve en el piso pareciera ser una rata. Y ERA. ¡Qué horror!, dijimos todos, pero no así como suena escrito, sino mucho peor, con gritos, escenas, esas cosas.
Se inició una corrida en donde todos (o casi todos) buscaban silla en donde pararse. El más valiente (por esta vez, Astor) trajo una escoba de la cocina y a partir de entonces empezó la verdadera fiesta. Se hizo luz en el centro del patio, para que iluminara a los tres o cuatro caballeros que pretendían hacerle frente al pobre animal, bajo promesa "no la vamos a aplastar", como si tal declaración fuera a tranquilizar a los miembros de la sociedad protectora de animales.
La rata no tenía donde esconderse porque en el patio no había muebles. Tampoco podía salir porque la puerta de la casa estaba cerrada. No podía meterse en la cocina, unas cinco amigas bloqueaban la puerta a los gritos pelados. Entonces la rata empezó a correr de un lado a otro, alterada, inaugurando la pista que Astor había preparado para el baile.
Las mujeres, paradas sobre las sillas, tratábamos de examinar la situación: "mide lo mismo que un gato", "las palomas tienen más gérmenes y bacterias que las ratas, son peores"; "¿qué es lo que realmente nos causa repulsión?"; "el miedo a las ratas es una construcción cultural" (por una que estaba leyendo a Foucault). La única que prestaba atención a estas digresiones era la rata, que de vez en cuando soltaba “déjenme de joder, soy un sujeto con derechos”.
La corrida duró una media hora (exactamente el tiempo de ejercicio diario recomendado por los médicos) y fue protagonizada por Astor, el Polaco, Mariano y Aníbal. Era como un karaoke pero en vez de usar micrófono, los cantantes usaban escoba. Al fin uno de ellos (no se quién porque yo cerré los ojos) logró imprimirle un escobazo, facilitándo con ello su elegante salida y posterior despedida hacia el pasillo de afuera (ahora que le dí voz a la rata, ya no la puedo maltratar).
Se hizo largo y penoso silencio... hasta que Marcela interrumpió: las ratas nunca andan solas, ahora hay que encontrar a la compañera. Otro largo silencio. Un breve momento de reflexión. Una decisión unánime: nos vamos todos. 
Astor nos acompañó con la escoba hasta la puerta y encogiendo los hombros dijo, “y... qué voy a hacer?”. Y, no sé… soltó Marcela, conseguite un gato. Pobre Astor. Un cumpleaños que recordará para siempre.
Gracias a esta introducción (verdadera), yo zafo de pasar una receta. Si alguno llegó hasta acá seguro ya perdió el apetito. Así que dejo el primer paso de la receta que continuará... Es la cereza del postre. La receta del postre queda para la próxima semana.


Cerezas en almíbar
1/2 kilo de cerezas
 3 tazas de agua
 2 de azúcar
 1 gota de limón

En una olla grande, poner a calentar el agua, el azúcar y la gota de limón. Cuando hierva, agregar las cerezas. Dejar sobre el fuego seis o siete minutos y luego apagar y reservar por unas horas. Pasar las cerezas a un frasco y, en una ollita, poner a calentar el jugo. Calentar en fuego mínimo un buen rato, hasta que el almibar espese bien (más o menos hasta que quede la mitad). Cubrir nuevamente las cerezas con el jugo y dejar estacionar.

Como no tengo cuento de ratas, me despido con uno de gatos.  Desde Documenta mínima:

EL GATO Y LOS PÁJAROS

   Al oír que los pájaros de una pajarería estaban enfermos, un Gato fue a verlos, les dijo que era médico, y que los curaría si le dejaban entrar.
—¿A qué escuela de medicina perteneces? —preguntaron los Pájaros.
—A la de Miaulopatía —dijo el Gato.
—¿Has practicado alguna vez la Largodeaquilogía? —inquirieron los pájaros, parpadeando débilmente.
   El Gato captó la indirecta y se fue.

Ambrose Bierce, Fábulas fantásticas, Valdemar, Madrid, 1999, 160 páginas.

23 comentarios:

  1. ahora q hay cerezas por doquier esta bueno para preparar un par de frascos y tener para pasar el invierno!
    gracias por no pasar la receta de la torta, no la hubiese disfrutado como es debido, luego del cuento de la rata! q me hace acordar a mis propias experiencias con ratas y.. brrrrrrr...

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    1. Juli, sí, en algún momento seguiré tu consejo y me pondré a hacer conservas para pasar el invierno. Ojalá cuando me decida sigan habiendo cerezas. ¡Besos!

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  2. Hola mi ratita guapa!!!!!! :)
    quieres que te cuente una historia real??....hace un par de semanas yo tuve el placer de tener seis inquilinas en mi casa...no una, seis!!!!!!...y como yo no soy tan valiente como para perseguirlas a escobazos, llamamos a un "exterminador", al cual entre una amiga y yo encerramos en la bodega..con ellas!!!:)
    afortunadamente no llego la sangre al río, fueron cazadas y liberadas en el campo..solo para que puedan volver algún día :)
    me alegro de que la fiesta acabase bien y mira, no me quito las ganas de postre..así que volveré a por el la semana próxima!!!:)
    cariños!!!

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    1. ¡Hola mi amiga! ¡Qué locura, seis ratas, no te puedo creer! Esas, más que en pareja, andaban en patota. Y yo creo que si el exterminador se encerró con ellas capaz para formar sociedad. Ahí en tu casa, con todas las cosas ricas que se preparan... mmmmm... para mi que vuelven los siete pronto. Te espero la próxima semana. Pero antes de eso, pasaré por tu blog, amiga. Besotes.

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  3. Estela, que envidia me das, a nosotros todavia nos falta un poquito para que podamos disfrutar de ellas, que tal la temperatura por alli?, besos

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    1. Hola Sofía, seguimos asfixiados por el calor pero pronto parece que se va a retirar. Dentro de pocos días nos empezamos a quejar por el polen del otoño, no te preocupes :)
      ¡Que les llegue pronto la primavera!

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  4. Ay Estela... es que no se puede ser más genial, no es lo que cuentas, que por otro lado todo te pasa a ti!! ;)
    Es cómo lo cuentas, muy célebre, eres muy célebre...;)

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    1. Jjaj, no Isa. No me pasa solo a mí. Nos pasa a varios. Y en mi casa no entra ninguna rata porque se los tengo terminantemente prohibido, a ellas y a los murciélagos. Si llegara a entrar una de estas en casa no sé lo que haría, seguro más escándalo que el que acabo de contar. Besos, amiga!

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  5. HAAAAAAAYYYY!!!! QUE FRUTA TAN DELICIOSA!!!! NO PUEDE SER TAN FÁCIL Y TAN RICO !!!!!
    BESOTES .
    TE INVITO A MI BLOG.

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    1. Hola Mis Daisy, gracias por la invitación. Pronto me paso a conocer tu blog y saludarte.

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  6. Astor querido tengo la solución en las gateras:
    Coquito, Fellini, Romeo, Carozo y Bianca..."El Azote de Dios", donde pisan sus patas jamás crecen las ratas.
    Por un par de tintos y los saladitos que quedaron del cumple te hago la visita.
    Efectividad garantizada.

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    1. ¡Cinco gatos! ¡Quiero decir, cuatro gatos y una gata! Madre santa. A esa fiesta no me lleven. Firma: la rata de Astor, la rata de Mariano, la rata del Polaco y siguen las firmas de todo San Telmo, San Cristóbal y Montserrat.

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  7. Me lo puedo imaginar perfectamente y una vez que pasó el susto seguro que os reistéis a gusto. Así son las cosas y estas al final son las que se recuerdan con más cariño.
    Besazos.
    Alicia.

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    1. Claro, en eso estamos, Ali. Bromeando para recordar la anécdota con cariño. Te mando un beso!

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  8. Fernando Soldevilajueves, febrero 23, 2012

    Muy buen relato Temú ! El héroe de la noche, que embocó a la rata con el secador de pisos, fue el gordo Jorge. No olvidemos a nuestros Héroes. Parecía Lucha Aimar, tuvo tanta puntería, que la rata voló por la puerta... no fue nada fácil... Recorda que se subieron a las sillas, pero a esa altura el terror venia del aire. Esto pudo terminar en un baile a lo Tres Chiflados y la rata voladora pasando de escote a escote.
    Inolvidable velada, la idea de Astor del numero vivo nos sorprendió a todos! Quien se animara a superarlo??

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    1. Solde, no me olvido de los héroes. Me hubiera gustado mencionarte a vos dentro del relato pero por más que te quería bajar de la silla y hacerte entrar en acción, se me rompía el verosímil, jajaja.
      Inolvidable velada... no creo que nadie se anime a superarlo.
      Sacando el de Vero, el próximo cumple es el tuyo. Te llevo un vino, guacamole y una trampera. Ustedes pongan la música.
      Besos, amigo!!! Gracias por pasar.

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    2. Fernando Soldevilajueves, febrero 23, 2012

      Yo subido a una silla?!! Nunca!!! Hubo un solo macho arriba de la silla, y no tuve ese privilegio... cuando busque una no quedaban más. Fue tan lisérgico ese momento que era difícil mantener el equilibrio con tanta risa.
      Besos y esperamos tus aportes culinarios.

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    3. Ups, me equivoqué de posición. El que estuvo en la silla fue Anibal y vos en la pista de baile. Qué confusión. Besos amigo!

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  9. Querida Estelilla!!! tenés que invitarme a uno de esos cumpleaños tan súper a los vós acude!!! se puede decir que aburrir no se han aburrido eh!! y donde hay fiesta, allá voy yo!!! llevo escoba de serie ojo! que a la primera oportunidad....... zásss!!! la salvo a ud de ratas, ratones y demás bichería que se atreva a molestarla! a mi Estela ni me la toquen!!!! y ya de paso iré tb con hambre, sólo si vos me invitás a esas ricas cerezas en almíbar!! como sós!!! ¿qué es lo siguiente a tremenda....? pos eso sós vos!!!

    Muackaaa bella Estela!!! :)

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    1. Tito, venite cuando quieras. Traete alguna pandeirada, alborada o alguna jota gallega.
      Lo que sigue a ser tremenda es sos-lo-más (vos).
      Te mando un abrazote, amigo.

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