viernes, 1 de enero de 2010

Mermelada de naranjas


No es que yo diga, cooomo me gusta la mermelada de naranjas, pero aprovechando que se inicia la temporada de los cítricos y que tengo un par de lectores a quienes se que les gusta (y que saben hacerla mejor que yo, esteeem), posteo esta receta sin mayor expectativa que incrementar un post, una foto y tal vez, por qué no, provocar que alguna persona en este país deje de colaborar con los monopolios de los envasados (¿se dieron cuenta que en los supermercados cada vez quedan menos marcas de mermeladas?). Fiel a mi estilo, mucho prólogo y poco contenido, paso a lo nuestro: pelamos unas cuantas naranjas.

Quitar todo el albedo posible (lo blanco) porque es lo que volverá terriblemente amargo a nuestro dulce. Si no siguen estas instrucciones, se acordarán de mí al momento de probarla. Quitar también las semillas. Cortar las naranjas en trozos y llevar a una olla. La proporción es la popularmente conocida: por cada taza de fruta, una de azúcar. Pero pueden poner menos también. No olvidemos añadir algunos cuantos clavitos de olor. Dejamos cocinar al mínimo (si pueden sobre amianto, cosa de no tener que estar revolviendo todo el tiempo) unos 45 minutos o una hora, hasta que se reduzca el jugo y tenga consistencia de, valga la redundancia, mermelada. Si tienen ganas pueden aprovechar las cáscaras para hervirlas cortadas en tiritas con agua y azúcar y luego echárselas por encima. Si la hicimos con nuestras manos, aunque sea de naranjas y no de frutillas, nos gustará igual. Genial para el desayuno. Y para terminar, también genial el "Desayuno" de Julio Cortázar:
DESAYUNO
Lo primero que hago al despertarme es correr al cuarto de mamá y darle los buenos días mientras la beso tiernamente en ambas mejillas.
—Buenos días, hermanito –le digo.
—Buenos días, doctor –me contesta mientras se peina.
Quizá convenga señalar desde ahora que tengo siete años y medio y que estudio solfeo cantado con mi tía Berta.
—Buenos días, sobrina –digo al entrar en la pieza donde papá empolla sus reumatismos.
—Buenos días, mi querida –dice papá.
Agrego, con fines de información, que soy un varoncito pelirrojo y sumamente desenvuelto.
Después de sus abluciones, la familia se reúne en torno al pan con manteca y al Figaro, y siempre soy el primero en dar los buenos días a mi hermano mayor que prepara ya su buena tajada de pan con dulce.
—Buenos días, mamá –le digo.
—Buenos días, Medor –me dice.
—¡Cucha! –la familia se va reuniendo para saborear el café con leche preparado por mi abuelito por mi abuelito con su esmero habitual. Precisamente por eso no me olvido jamás de mostrarle mi agradecimiento en estas circunstancias.
—Muchas gracias, Olivia –le digo.
—Oh, de nada, hermana –contesta mi abuelito.
Estas tiernas efusiones son siempre malogradas por la intempestiva llegada del cartero con el telegrama del tío Gustavo, cultivador en Tananarive, y a mi hermano mayor le toca encargarse de la penosa lectura. 
“CAÑA AZÚCAR ARRUINADA TIFÓN MÓNICA STOP ¿QUÉ VA A SER DE MÍ? STOP MIERDA STOP”.
El telegrama no está firmado, los de la familia nos conocemos bien.
—Era de imaginarse –dice mamá, que se ha puesto a lloriquear.
—Con ese pésimo carácter que tiene –observa el doctor.
—Chicos, cállense la boca –dice mi hermano mayor.
—Somos chicos, pero lo mismo el tío Gustavo es un pajarón –dice mi hermana.
—¡Medor, cucha! –ordena mamá.
—¿Puedo dar mi opinión? –dice Olivia.
—Pero por supuesto, abuelito –dice mi hermana.
—¿Te vas a callar sí o no? –grita mi hermano mayor.
—¿Es así como se le habla a su madre? –dice mi sobrina.
—Perdón, mamá –dice mamá.
—Hipócrita –digo yo.
—Por favor, doctor –dice mi hermano.
—Mi opinión –dice Olivia— es que el café se va a enfriar por culpa del telegrama.
—Tiene razón –dice Medor.
—Gracias, abuelito –dice mi sobrina.
—De nada, Víctor –dice Olivia.

Julio Cortázar, de Último round.

3 comentarios:

  1. ya probe con la ricota (no me salio...) (intentare nuevamente)
    ahora me dieron ganas d probar con la mermelada d naranjas

    ResponderEliminar
  2. Hola Claudio, qué raro no te haya salido la receta de ricota porque es infalible. Hervís leche, apagás el fuego, agregás limón y la leche se corta. Después la dejás colando en una gasa por un par de horas y más luego la moldeás. Es fácil. Te ganaste uno de los repasadores por comentar. Ahora justo te tocó el que no se ve bien que tiene culpa de la lavandina, jajajajaj. Besos y gracias por comentar.

    ResponderEliminar
  3. Hola, te cuento que hace muuuuuuuuuucho tiempo que no compro mermeladas. Tomé la costumbre- la buena, la que no aburre- de hacerlas con las frutas de estación. Así que mis desayunos son con mermelada y pan caseros.

    Y para llevar la contra a muchos mi preferida es la de naranjas.

    Gracias por las recetas y las lecturas.
    Saludos!

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...